De todos modos iré sola
cuando llegue la buena hora de aniquilar
la atadura que aprisiona mi cuerpo
Sonia Chocrón
por no pensar en dolor
adobé con azúcar el miedo
le di vino tinto al temor
y arranqué sonidos a los verbos
me volví barroca mustia
mínima
sentí un frío inexacto
con cada rayo de sol
fui una larga respiración
negada al placer
alquimia contra la alegría
lejana de mi propia esencia
oí torpemente el silencio
y en el amanecer cercano
volví callada a mi estatura
agazapada tímida
en un cojín del diván
eterna morada
donde se cuecen los sueños